Páginas

martes, 16 de abril de 2013

Deseo imperante...

Deseo imperante en mí,
desencadena estas sienes,
prisión de dos paredes
cuya yedra es frenesí.

Suspendido en el delirio
pides al plomo de la bala,
quizá algún día olvidada,
pasaporte hacia el exilio.

Dime,
¿dónde manas?

Si respondes, yo remonto
sangre arriba donde arma
empuña tu guerrero: espada,
frente a frente: fin de todo.

Ahora dime,
¿todo acaba?